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lunes, 18 de junio de 2012

6. Conclusiones

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en la educación es el clima del aula. El clima que el profesor o profesora cree va a repercutir en el desarrollo físico, social, intelectual y afectivo de los alumnos, por lo que es necesario crear desde un primer momento un clima adecuado para satisfacer estas necesidades. No sólo influye el ambiente de la clase en el desarrollo del alumno, también debemos tener en cuenta la disposición de los materiales. Los profesores deben adecuar, si el mobiliario lo permite, todos los materiales a las características de los alumnos y, de esta manera, poder lograr un mayor rendimiento y eficacia en el trabajo de clase.

Existen una serie de medidas que el profesor debe utilizar a la hora de organizar los elementos de la clase:

En primer lugar, los profesores y profesoras deben preparar una gran zona de reunión en grupo, donde intervendrán activamente tanto profesores como alumnos y expondrán sus ideas y opiniones.
Una vez asignada esa zona, deberán fijar áreas de trabajo específicas para que los alumnos puedan trabajar en equipo y aprendan a compartir, ayudar y aceptar el trabajo de los demás.
Del mismo modo, deberán crear zonas específicas para los materiales y los aparatos audiovisuales para que, de esta forma, se haga un mejor aprovechamiento del espacio.
Por último, deben establecer diversos lugares de exposición en los que se guardarán los trabajos realizados por los alumnos y que le proporcionará entusiasmo por seguir aprendiendo y trabajando al ver el trabajo realizado.

Todas estas pautas impulsarán la motivación de los alumnos y con ello se producirá un aumento de la energía y el entusiasmo por aprender, que tendrá como consecuencia un mayor rendimiento escolar y un aprendizaje más eficaz.

Es imprescindible no solo que el profesor cree un buen clima a partir de los materiales y el mobiliario de la clase, sino que también lo cree a partir de él, de sus capacidades, cualidades y habilidades como profesor y como persona. Todo buen profesor debe mostrar entusiasmo por lo que hace, hacer que los alumnos comprendan que aprender puede ser divertido. Debe promover el interés de los alumnos, hacer que participen en clase y que sus dudas y opiniones sean aceptadas y valoradas. Cada uno de los alumnos debe ser atendido de manera adecuada, ya que todos los alumnos son diferentes y ninguno tiene la misma capacidad de aprendizaje. Los profesores deben fomentar el trabajo en equipo; es conveniente que de vez en cuando se realicen actividades en las que los alumnos tengan que trabajar en grupo. Asimismo, deben plantearse actividades para que las realicen los alumnos de manera independiente. De esta forma se hará que los alumnos adquieran una mayor capacidad de autonomía y reflexión, pero siempre se contará con la ayuda del profesor cuando el alumno encuentre alguna dificultad.

A parte de todo esto, el clima del aula también favorece las relaciones entre los discentes, ya que la relación entre estos incrementa la adquisición de los nuevos conocimientos a través de las prácticas y de la cooperación.

En este aspecto se estimula el aprendizaje que lleva a la competitividad, aquí el alumno se superará a sí mismo en los logros personales.

El clima en el aula fortalece la autonomía, decidir con prudencia responsabilidad, desarrolla la dependencia, la empatía por aprender. A través de la comprensión y el respeto, el profesor debe incitar a participar al alumno en clase.

Personalmente, este trabajo nos ha hecho conocer los diferentes tipos de comunicación en el aula y nos ha hecho ver el poder  que tenemos nosotros mismos en cambiar nuestras opiniones y proposiciones y la de los 
demás.

Como estudiantes de pedagogía y en la asignatura de Didáctica, hemos conocido y aprendido las formas favorables para enseñar al alumno y motivarle a investigar por sus propios métodos. En esta carrera que trata sobre la educación profesional, vemos importante y fundamental estudiar la materia del clima del aula porque es necesario conocer al alumno, al contexto y el clima de la clase, para mejorarlo y crear el ambiente adecuado por el cual el alumno se sienta cómodo y le facilite el aprendizaje.

Es necesario, que todos conozcamos los tipos de lenguaje que puedan existir para mejorar como persona y mejorar el ambiente y nuestras relaciones personales.
Enseñar el lenguaje también es una responsabilidad de los profesores.

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